viernes, 4 de abril de 2014

El maltrato a la prensa, a la vicepresidenta de la República y al presidente del Senado, fue más allá de lo que se ha contado.

Los incidentes que se presentaron durante la inauguración del Orfanato Niño de Cristo, no solo con la prensa, sino también con la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández, y el presidente del Senado Reinaldo Pared Pérez van más allá de lo que se ha contado.

Algunos  lo han obviado, y otros lo comentado de manera tímida, lo cual es imperdonable.


Eso de que uno de los de seguridad de Marc Anthony impidiera el paso de la vicepresidenta, de manera grosera, y casi forcejeando a su vez con uno de los encargados de seguridad de la vicepresidenta, habla muy claro del nivel de irrespeto que algunos se dan el lujo de exhibir en este país.
Lo que es peor, que se permita el irrespeto a su investidura y a su condición de dama, y que no hayan sonado por lo menos un par de galletas, que pusieran las cosas en su lugar.


Lo que le hicieron también al presidente del Senado fue doloroso y humillante.


Zarandeado y estrujado por la seguridad de Marc Anthony, de igual manera para impedir su acceso al  acto.
Y vean el nivel de prepotencia, que cuando Reinado increpó al ogro de seguridad de Marc  con un "Usted no sabe quien soy yo, coño", el muy altanero le respondió: "yo solo conozco a Marc Anthony, sorry".


Un fotógrafo tomó la foto de cuando estaban zarandeando al presidente del senado, y el guapetón de seguridad de Marc lo conminó a borrarla,  de manera amenazante, haciendo ademán de halar un arma que portaba en la cintura.

Lo peor de todo es que permitió que le borraran la foto, algo a lo que se debió negar, sin  importarle las consecuencias. Actitud esta que fue muy criticada por los periodistas que hicieron el viaje hacia la Romana para participar en la inauguración.
Inconcebible que a usted lo lleven en una guagua para cubrir la inauguración de una obra, y que lo maltraten de la manera en que sucedió con los periodistas.


Hasta al senador Amable Aristy Castro y a su hija los desconsideraron, según testimonio de los presentes.
Dicen algunos que se resignaron, luego de ver que maltratan nada menos que a la vicepresidenta y al presidente del Senado. Porque si eso era con esos grandes representante del país, que no harían con ellos.


Los de la fundación Maestro Care son unos sinverguenza que se prestaron a esos desmanes. Al igual que la hija del empresario Henry Cárdenas que estuvo en acto repartiendo maltratos a diestra y siniestra.


Todos destacan sin embargo la actitud asumida por el periodista Severo Rivera, organizador del viaje hacia La Romana, quien al percatarse de los maltratos a los periodistas se enfrentó a los salvajes guardaespaldas de Marc Anthony, y hasta amenazó con irse del lugar.


Algo que debieron hacer, y no esperar a la culminación del acto, que dicho sea paso, tampoco debieron permitir que los colocaran detrás de una verja, como si fueran monos, y que al momento de las preguntas tuvieran que hacerlas a distancia, porque no los dejaron entrar al terreno.

Fuente Joseph Caceres

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