lunes, 27 de octubre de 2014

Silvio Rodríguez envolvió con su magia y sus canciones a todos los banilejos y a los que vinieron de otras ciudades.

La noche esperada llegó y Silvio Rodríguez envolvió con su magia y sus canciones a todos los banilejos y a los que vinieron de otras ciudades a disfrutar su espectacular concierto. El público coreó uno por uno sus temas de amor y de corte social, en un recital en el que el artista cubano cantó casi por dos horas sus más aclamadas interpretaciones y otras de reciente producción.

Silvio, uno de los más grandes trovadores cubanos, llegó al escenario vestido con camisa negra y pantalones jeans. Inició su participación pasada las ocho de la noche con la interpretación del tema “Una canción de amor”, logrando los gritos de emoción de parte del público, que abarcó unas ocho mil personas.

Después de interpretar su primer tema, el afamado artista puso a un lado su guitarra, sus músicos guardaron silencio y él, Silvio, reverente, respetuoso como siempre, vivamente asaltado por una emoción calmada, habló a los banilejos y dijo que todos los niños de Cuba, desde que tiene razón, conocen a Baní.

“Y conocen y respetan esta ciudad, porque aquí nació Máximo Gómez Báez, uno de nuestros más grandes héroes de nuestra revolución. Por eso estamos aquí, gracias Baní por escucharme,” expresó.

De inmediato tomó su guitarra otra vez, entraron los 8 músicos de la banda, y continuaron brotando más canciones, “Mujeres”, “Apología de mujer con Sombrero, “Oleo de mujer con sombrero”, “Mujer sin sombrero”, “Mi unicornio azul”, “Ojalá”, “Mariposas”, “El Mayor”, “El Necio”, “Te doy una canción” y otras hasta llegar a una selecta lista de 21 temas de un rico repertorio, que su público delirantemente emocionado cantó y aplaudió sin parar junto al cantautor cubano.

Tres veces hubo de salir este artista de nuevo al escenario, después de terminado el concierto, para interpretar otra canción ante las insistentes aclamaciones que pedían otra y otra.

En su penúltima canción, habló por segunda vez en la noche, solo para decir, con voz sobrecogida, “desde que vine al país por primera vez, en 1974, en aquel concierto, de Siete Días con el Pueblo, hace ya 40 años, es la primera vez que vengo al país y Sonia no está” , dijo al recordar a su gran amiga la dominicana Sonia Silvestre, quien falleciera el pasado mes de abril. La gente le respaldó con una incontenible lluvia de aplausos, aclamaciones y gritos.

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