martes, 21 de julio de 2015

Reaparece!. Julio Iglesias dice“ estoy contento porque estoy vivo, porque sigo con ganas de hacer cosas y no paro.

Repuesto de la pequeña intervención rutinaria a que fue sometido recientemente en la parte lumbar de la espalda, el astro español Julio Iglesias continúa lleno de vitalidad, abrazando la vida cada día con alegría, con la misma picardía, y disfrutando del amor sin perder de vista sus sueños.

“Estoy contento porque estoy vivo, porque sigo con ganas de hacer cosas y no paro. Vivo agradecido de la vida. porque no esperaba estar cantando a los 71 años. Quiero hacer mucho, pero me queda poco tiempo porque el tiempo pasa y es inexorable. Mi padre duró mucho, pero yo no creo durar tanto. Pero lo que tengo claro es que me quedan compromisos con mi vida y con la gente”, compartió el intérprete.

El cantautor se encuentra en Marbella, España, grabando la versión en portugués e inglés de su nueva producción México, para Sony Music, que sale a la venta en septiembre, dedicado a grandes ídolos de la música mexicana entre los años 50 y 70, y en el que incluye, Fallaste corazón, su primer sencillo que ya está en el mercado.

“La música mexicana de los años 50 es una maravilla, se puede cantar de una manera clásica o diferente. Me costó mucho trabajo buscar la línea, pero la encontramos y ahora estoy feliz, cantando a mi estilo, con arreglos instrumentales nuevos y la parte original de los mariachis para llevarlo a otro mundo. Seguramente van a haber muchas críticas, pero no me importa porque lo he hecho con muchísimo cariño. El disco está muy bien hecho y la compañía está contenta. El sencillo fue elegido por la compañía, pude haber elegido otro, pero es un tema que se identifica con México”.

El compositor de La vida sigue igual recordó que cuando visitó a Puerto Rico por primera vez en el 1973, no imaginaba llegar tan lejos.
“Pensaba que iba a cantar en Latinoamérica sí, pero no en Finlandia, China, África, ni en mis más distantes sueños pensaba que un artista tan pequeñito y tan malo como era yo al principio, iba a llegar a cantar con Frank Sinatra y en el mundo entero, era impensable. Ha sucedido poco a poco, cantando en diferentes idiomas (14), son regalos que te da esta vida de ensueño que he tenido desde hace 45 años. A lo mejor fue porque le llegó la manera de cantar mía, lo cierto es que este payaso les llegó”.

-Dos de tus ocho hijos son cantantes, Julio y Enrique Iglesias. ¿Has notado algún interés por la música en los más chiquitos?
“Puede ser, creo que no son muy pequeños, pero nunca se sabe. Tampoco esperaba que Julio y Enrique fueran artistas, pero hay ciertas motivaciones que los llevan a eso porque si tú juegas al tenis sabes que ellos van a querer jugar”.

-Se ha dicho que existe un distanciamiento entre Enrique y tú, ¿es cierto?
“No, es una mentira, la relación de Enrique conmigo es la de un padre y su hijo, no tiene nada que ver con la música. Cada vez que me visita hablamos como padre e hijo, yo le cuento mis cosas y él me cuenta las suyas, lo normal, no hay nada más”.

-¿Cómo eres de abuelo?
“No soy muy bueno porque como tengo hijos que todavía están creciendo no le hago mucha gracia, pero mi hija mayor (Chabeli) lo entiende”.

-¿Qué te parece el romance entre Isabel Preysler (madre de sus tres hijos mayores) con el escritor Mario Vargas Llosa?
“No estoy muy preocupado por eso y no me motiva hablar de eso. Como decía un torero español de los años 50 de otro torero, ‘cada uno es cada uno’”.

-Esa paz que proyectas ¿la has logrado junto a Miranda (madre de sus cinco hijos menores)?
“La realidad es que he tenido muchísima suerte. He encontrado a una mujer que es una gran compañera en este viaje que es la vida”.

-¿Te costó dejar la vida de mujeriego de antes por Miranda?
“Para ser un señor de casa, un cura. No, yo sigo teniendo novias (carcajadas)… El cambio fue natural. Lo que pasa es que ahora veo el mundo de otra manera, mucho más creativa que cuando era joven, Estoy tranquilo, hago deportes en la mañana, sobre todo nado mucho, en la tarde voy al estudio y cuando regreso hago media hora de relajación. Todos los días la misma rutina. Tengo que cuidarme más”.
-¿Como ves las nuevas tendencias musicales como el reguetón?
“La verdad es que no tengo mucho tiempo para escucharlos. Eso no quiere decir que no me entero de lo que pasa con la música. Prefiero escuchar a Whitney Houston y Mariah Carey. Es que ahora escuchas a alguien en la radio y a las dos semanas pasó. Como en esos concursos que todos cantan mejor que Bob Dylan y que yo por supuesto. El problema es que no le dan armas a esos chiquillos para seguir aprendiendo”.

-¿Cómo te ves en los próximos años?
“Me veo creativo, loco por cantar, con ganas de hacer cualquier sacrificio para tener más fuerza, aunque tenga que dejar el vino. Voy a hacer todo para tener calidad de vida y no perder la pasión de seguir trabajando… En realidad ya no trabajo por ganar, sino porque si no trabajo seguramente me moriría, no físicamente, pero se moriría mi alma”.

-Claro que Julio no trabaja por dinero. Su fortuna se calcula en sobre $300 millones, en ventas de discos, presentaciones, y como socio dueño del Grupo Punta Cana en República Dominicana donde reside y tiene un estudio de grabación. Sin embargo, tantas posesiones se han convertido en una carga para él.
“No tengo tiempo de disfrutar de mi vida. Antes no tenía nada y era feliz buscando, ahora no. Lo que quiero es vender tantas cosas que he acumulado en la vida, es un peso terrible. Tengo tantas propiedades que hay que cuidar. Mis hijos mayores están en otro mundo. Le dije a Julio que se encargue de todo y me respondió ‘no papi, estás tu loco’. No quiero acumular más carga sobre mis alas que ya no tienen tanta fuerza. Lo que quiero es tener un barquito para estar solo con mi familia y viajar el mundo”.

-¿Cómo quieres ser recordado?

“No me gusta que me recuerden porque no me quiero morir. Sólo que digan que aprendí a cantar, y que todo lo que tengo se lo debo a la gente”.

Fuente El Nuevo Día

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